jueves, 11 de noviembre de 2010

RISOTAS IV


SABÍA QUE CUALQUIER DÍA RECIBIRÍA LA VISITA DE NUESTRA MASCOTA “RISOTAS”, PUES YA HABÍA VISITADO A VARIOS COMPAÑEROS DE MI COLEGIO, PERO LO QUE JAMÁS PUDE IMAGINAR ERA LA GRAN AVENTURA QUE RISOTAS NOS  HARÍA VIVIR A MÍ Y A MI HERMANA PAULA.
TODO SUCEDIÓ CUANDO ESTÁBAMOS DE VACACIONES CON NUESTROS PADRES EN PORTUGAL, ESTABAN SIENDO UNAS VACACIONES MUY DIVERTIDAS.
UNA MAÑANA FUIMOS A VISITAR EL OCEANOGRÁFICO DE LISBOA, QUE POR CIERTO TAMBIÉN TIENE SU PROPIA MASCOTA COMO NOSOTROS, SE LLAMA “VASCO”. DURANTE EL RECORRIDO PUDIMOS VER DESDE TIBURONES HASTA PEQUEÑITOS CABALLITOS DE MAR, PINGÜINOS, RAYAS, MORENAS, MEDUSAS, ESTRELLAS DE MAR Y UN SIN FÍN DE ESPECIES MARINAS. FUE UNA DE LAS VISITAS MÁS BONITAS DE TODAS NUESTRAS VACACIONES, ERA MARAVILLOSO VER TAN DE CERCA EL FONDO DE MAR CON TODO SU COLORIDO. YO ESTABA TAN ENTUSIASMADA QUE LLEGUÉ  A DECIRLE A PAULA  :” ME ENCANTARÍA PODER PASAR UN DÍA CON TODOS ELLOS, COMO SI FUESE UNA SIRENITA, ¿A TÍ NO?.
DE VUELTA AL HOTEL LAS DOS SEGUÍAMOS PENSANDO EN EL OCEANOGRÁFICO Y LAS MARAVILLAS QUE ALLÍ HABÍAMOS VISTO, ESA NOCHE NOS DORMIMOS MUY RÁPIDO.
EN MEDIO DE NUESTRO BONITO SUEÑO ALGO NOS DESPERTÓ, ABRIMOS LOS OJOS Y CUAL FUÉ NUESTRA SORPRESA, ERA RISOTAS, ESTABA ALLÍ DICIÉNDONOS QUE NOS LEVANTÁSEMOS Y LO ACOMPAÑÁSEMOS. NOSOTRAS NO NOS LO PENSAMOS, NOS COGIMOS A SU MANO Y SALIMOS COMO EN EL CUENTO DE CAMPANILLA, VOLANDO POR LA VENTANA.  ÉL NOS  DIJO QUE CERRÁSEMOS LOS OJOS Y CUANDO LOS ABRIMOS ESTÁBAMOS DE NUEVO EN EL OCEANOGRÁFICO, PERO EN ESTA OCASIÓN SE ESTABA HACIENDO REALIDAD MI SUEÑO, ESTÁBAMOS COMO AUTÉNTICAS SIRENITAS EN MEDIO DEL OCÉANO RODEADAS DE ESTRELLAS Y CABALLITOS DE MAR, TOCANDO A LOS TIBURONES QUE JUGUETEABAN CON NOSOTRAS, DANDO LARGOS PASEOS SUBIDAS EN LOS CABALLITOS DE MAR GIGANTES.  ¡ERA INCREIBLE!
PODÍAMOS TOCAR LOS PECES DE COLORES, LAS MEDUSAS, LAS MORENAS SIN NINGÚN PELIGRO COMO SI FUÉSEMOS UNO MÁS DE ELLOS, NO QUERÍAMOS QUE AQUELLO TERMINASE PERO ESTÁBAMOS TAN CANSADAS QUE EN UNO DE NUETROS PASEOS NOS QUEDAMOS DORMIDAS ENCIMA DE UNA RAYA. AL DESPERTAR ESTÁBAMOS DE NUEVO EN NUESTRAS CAMAS SIN RISOTAS, PERO JAMÁS OLVIDAREMOS NI PAULA NI YO LA MARAVILLOSA  AVENTURA QUE NOS HIZO VIVIR AQUELLA NOCHE.

LUCÍA GUISADO MORILLO

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