EN UNA NOCHE DE LUNA LLENA, RISOTAS LLEGÓ A MI SUEÑOS.
MIENTRAS YO DORMÍA EN MI CAMITA, UN RAYO DE LUZ, ENTRÓ POR MI VENTANA, PERO ERA UNA LUZ INTENSA QUE BRILLABA COMO LA ESTRELLA MÁS BONITA, QUE YO HABÍA PODIDO IMAGINAR.
SE ACERCÓ A MI CARITA Y ME SUSURRÓ AL OIDO;
ZAYRA, DESPIERTA, ¿ TE GUSTARÍA VENIR CONMIGO?.
-¿ QUIEN ERES? PREGUNTÉ UN POCO ASUSTADA.
SOY TU AMIGO RISOTAS, Y ME GUSTARÍA ENSEÑARTE ALGO.
-¿QUE ME QUIERES ENSEÑAR?
- ANDA, SUBE A MI ALFOMBRA QUE TE VOY A SORPRENDER.
SIN PENSÁRMELO DOS VECES, LE HIZE CASO A MI AMIGO RISOTAS Y NOS FUIMOS A DESCUBRIR ESE MUNDO TAN MARAVILLOSO QUE ME QUERÍA ENSEÑAR.
VOLAMOS JUNTOS EN SU ALFOMBRA MARAVILLOSA Y ME LLEVÓ A UN LUGAR LEJANO, PERO DONDE TODO ERA MÁGICO.
HABÍA MUCHAS FLORES DE COLORES LLAMATIVOS, Y LOS ANIMALITOS DEL BOSQUE SALIERON DE SU ESCONDITE PARA SALUDARNOS, TODOS QUERÍAN SER NUESTROS AMIGOS Y PARTICIPAR EN NUESTROS JUEGOS.
CORRIMOS, SALTAMOS, Y REIMOS HASTA MÁS NO PODER, Y LO PASAMOS GENIAL, PERO LLEGÓ LA HORA DE VOLVER, Y NUESTROS AMIGOS LOS ANIMALITOS, NO QUERIAN QUE REGRESÁRAMOS, PERO LES PROMETIMOS QUE VOLVERÍAMOS OTRA NOCHE, HABÍA QUE REGRESAR. YO ME DESPEDÍ DE RISOTAS. ADIÓS AMIGO, VUELVE PRONTO.
PARA ESCRIBIR ESTA HISTORIA ME HAN AYUDADO MIS PAPÁS Y MI HERMANO ALBERTO.
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